Ante todo, “Humildad”.

Humildad (Del lat. humilitas, -âtis).
Extraído del Diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.).
1. f. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de
acuerdo con este conocimiento.
2. f . Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie.
3. f . Sumisión, rendimiento.

¿Ha escuchado la frase "Dale poder a un hombre y lo conocerás"?
Una persona humilde es conciente de sus limitaciones y debilidades; también sabe reconocer sus virtudes y fortalezas, las cuales utiliza con el fin de ser un mejor ser humano y las pone al servicio de la humanidad.

Existen personas que creen que porque poseen un alto puesto, son profesionales o tienen mucho dinero, son superiores a los demás, tienen derecho a maltratar a sus subalternos o humillar a los que consideran no son iguales a ellos, desde el punto de vista económico, social o educacional. Son personas que se alejan de la humildad y permiten que aflore la soberbia.

Si en este momento le preguntaran ¿Quién es Usted?, ¿Cuál sería su respuesta?. La mayoría de las personas suelen contestar de acuerdo a su profesión o desempeño, por ejemplo: "Soy abogado, ingeniero, doctor, administrador de empresas, ama de casa, carpintero, etc."; pero no se dan cuenta que esa no es la verdadera respuesta de lo que somos.

Si nos despojamos de la ropa, nos olvidamos de los títulos y nos miramos ante un espejo, ¿a quién vemos?; ¿Nos gusta la imagen que reflejamos?; ¿Qué opinan los demás de nosotros?; ¿Nos consideran agradables?

Somos seres humanos con defectos y virtudes, que venimos a esta vida con el fin de ser mejores cada día, de poder servir a los demás independientemente de quienes sean, sin importarnos su condición social o económica.

Recuerdo una vez que fuimos mi socio y yo a una cita en un Banco Estatal que nos convocaba para unas capacitaciones de alta gerencia, a las nueve de la mañana. Eran las diez y aún no nos atendían; luego de transcurrida más de una hora, se nos informó que no nos podían recibir, ya que las personas con las cuales nos íbamos a reunir, se encontraban muy ocupadas realizando un trabajo urgente.

No puedo negar que me sentí un tanto molesta y pensé que era una gran falta de consideración; nos pudieron haber llamado y cancelar la cita. ¿Es posible que esas personas no se dieran cuenta que es tan importante su tiempo como el nuestro?.

Realmente nos sentimos maltratados. Todas las personas merecen respeto y consideración. No debemos escudarnos tras nuestros puestos de trabajo, con el fin de ignorar, maltratar y humillar a los demás.

Debemos recordar que la vida se semeja a una "Rueda de Chicago", hoy estamos arriba y mañana estaremos abajo.

Una persona humilde, admite sus errores, sabe disculparse y pedir perdón, está anuente a aprender de los demás. La vida es un constante aprendizaje, no somos los dueños de la verdad, ni lo sabemos todo.

El mayor ejemplo de humildad lo encontramos en la Santa Biblia, Jesucristo, siendo el hijo de Dios, le lavó los pies a los apóstoles. ¿Quiénes somos nosotros? "Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo" (Mateo 20:26-27).

Disfrute el día.

Licda. Adriana Mora Hamblin
Grupo Daión S.A.
E-Mail: adrianahamblin@grupodaion.com